La verdad, es que es una tarea de verdaderos titanes encontrar una definición para este concepto que encaje, y a la vez agrade, a todos aquellos que perciben este movimiento como impronta permanente de su propio ser, por lo que espero, desde la humilde posición que me regala el teclado, ofrecer la mejor definición de esta palabra.
Venga, vamos. ¿A que esperas para compartir esa descripción?
Como decía, y siempre bajo mi espectro personal, que puede o no ser compartido, el retrofuturismo se define como el movimiento ucrónico social y artístico que basa su inspiración en el concepto de futuro de una época pasada concreta.
No se si a esos lectores de los que hablas les ha quedado claro, pero, vamos… a mi no mucho.
Lo entiendo pequeño Curtis, tal vez no sea un concepto fácil de digerir, pero por suerte, o puede que para desgracia, aun sigo por aquí y no me importa diseccionar, cual hábil cirujano, mi propia definición de retrofuturismo y servirla de una forma mas apetecible.
¿Incluso con guarnición?
Incluso con ella. Empecemos por el principio, he comentado que el retrofuturismo es un movimiento social y artístico. No hay mucho misterio en estas palabras. El retrofuturismo se puede entender como una tendencia, incluso como una forma de percibir el mundo en que se vive, y agrupa, obviamente, a un conjunto de personas que comparten esta misma percepción. De la misma forma, aquellos artistas, y con arte quiero hacer reflejo desde la literatura a la moda, dentro de este movimiento, estampan su percepción personal, su concepto retrofuturista, en las obras que crean alimentando esta forma el completo imaginario creado dentro del movimiento.
Pero… no has dicho nada de esa cosa… ucrónico ¿no?
Este es un punto importante dentro de la definición de retrofuturismo, la verdad. Se entiende como ucronía al trabajo especulativo, y por tanto imaginativo, que recrea una historia alternativa. La búsqueda de un punto que al modificarse en el pasado, cambie el presente actual, y por extensión, el futuro.
Por lo tanto, el retrofuturismo es ucrónico en el sentido de que es imaginario, inventado. Que se propaga y extiende en una línea temporal artificial ajena a la nuestra pero a la vez, que posee maravillosos lazos con nuestro pasado, un mundo ideal en algunos casos, una distopía en otros.
Anuncio retrofuturista de Twitter nacido bajo el imaginario de la agencia brasileña Moma.
Me alegro, pequeño Curtis, espero que nuestros lectores tampoco tengan ningún problema para ello. Continuando con el despiece de la definición, el movimiento retrofuturista bebe del futuro de otra época, una época ya pasada. Eso no quiere decir que sea un movimiento que siga al pie de la letra la historia pasada, más bien, ofrece la libertad para escribir nuestra propia historia.
El retrofuturismo, por tanto, reinventa el pasado según la percepción actual, lo cual se convierte en una preciosa paradoja, ya que en un futuro mañana, incluso nuestro retrofuturismo se presentara caduco para las generaciones venideras y será mas que probable que nuestra imagen actual e idílica del futuro sea un fértil campo para el retrofuturismo que se compartirá dentro de algunos años.
Se debe de tener en cuenta, que el retrofuturismo tan solo explora aquellos futuros imaginados en épocas ya pasadas, y especula únicamente con las ideas y conceptos propios de esos momentos congelados en el tiempo. Se cultivan y protegen con el mismo mimo que haría un arqueólogo sin desvirtuar esa pedazo de historia fantástica, pero al fin y al cabo, historia, sin caer en anacronismos o emborronar la preciada visión que se tenia del futuro en esas épocas, hoy superadas.
¡Lo tengo! Entonces solo se puede hablar de retrofuturismo siempre y cuando se reinterprete el futuro de otro tiempo.
Genial, Curtis. Ahora ataquemos a la guarnición.
He estado hablando sobre el movimiento retrofuturista, pero este movimiento engloba muchísimo mas de lo que se puede apreciar a simple vista.
Para empezar, nuestro queridísimo dieselpunk, alma de este blog, es a la vez un movimiento retrofuturista, o al menos, puede llegar a serlo, siempre y cuando respete el imaginario que alimenta al dieselpunk sin dejarse llevar por la fantasía actual.
Siempre que nos sometamos a los cimientos de este movimiento: la ficción pulp, el cine negro y la forma de vida y de pensar que abraza a esta época, estaremos hablando de dieselpunk retrofuturista. Si por el contrario deseamos empapar al dieselpunk de ingenios nunca antes imaginados en sus cimientos, por ejemplo, en ese caso seria más probable hablar de dieselpunk anacrónico.
Esta vez, es el Skype quien adquiere tintes retrofuturistas en este anuncio.
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Vaya, entonces es bastante fácil escaparse del ambiente retrofuturista.
La verdad es que esa afirmación es muy cierta. Cuanto mas aportemos desde nuestro lado, nuestra época, a una historia retrofuturista, empujando al imaginario futuro, esta virara cada vez mas al lado anacrónico.
Cierto es que una historia anacrónica es tan validad como una retrofuturista, debe ser decisión del artista decidir en que lado de la balanza desea construir su propio Mundo del Ayer.
¿Y que mas retrofuturismo pueden existir?
Tantos como épocas pasadas que han tenido el deseo de intentar imaginar su futuro.
Así, podríamos hablar de un retrofuturismo victoriano y eduardiano, que se englobaría en el genero hermano steampunk, un mundo que se reinterpreta bajo la futurística visión de los padres de la ciencia ficción, Julio Verne y H.G. Wells.
También tendríamos, como he comentado, la oportunidad de hablar de un retrofuturismo anclado en los felices años 20 o en la segunda guerra mundial, un retrofuturismo encajado dentro del dieselpunk.
Otro ejemplo de retrofuturismo seria aquel derivado del futuro imaginado durante la guerra fría y que sirve de inspiración al atompunk, junto al cine underground y la Era Espacial.
Cerrando la lista, incluso me atrevería a sugerir un retrofuturismo que convive con nosotros desde hace ya algunos años. Es aquel que disfruta del aterrador futuro imaginado en los años 70 y 80, casi siempre distópico y alimentado por el cine moderno y el primitivo ciberpunk, termino padre que se acuño entonces. Como comente, todos los futuros no están exentos de acabar caducos.
No soy alguien quien disfrute bautizando conceptos, y mucho mas cuando son absurdas etiquetas, como en este caso, pero tal vez, siguiendo la estela de sufijos, el correcto para este preciso retrofuturismo sea bitpunk.
Ufff… eso es una lista muy larga.
Yo diría mas bien que incluso corta, pequeño Curtis, conociendo la historia de la humanidad. Todo un pasado retrofuturista por explorar ¿No os parece? .